Os dejo pues una de mis últimas creaciones literarias, compuesto para una amiga que se aburria en demasía con la mision de entretenerla un poco. Hope you like it.
Nevaba, y el cielo se retorcía en las desiertas campiñas de las afueras del Reino
Algo llevó a pensar al joven Itre que algo le llamaba desde las lejanias de aquella exiliada tierra, alejada de toda civilizacion
El temporal era demasiado agresivo como para seguir caminando con rumbo norte, la tormenta cada vez era mas fuerte.
Itre, se apartó la capucha, dejando al descubierto un largo y liso pelo blanco
Que se precipitó a su espalda, busco con sus grises ojos, una posible cobertura
Para poder pasar la noche o hasta que el temporal se calmase
Sin poder ver nada, que le sirviera como refugio, volvió a subirse la capucha, y a taparse con su capa, y continuo con lentos pasos hacia lo que creia que era en aquel momento, el Norte, tras un rato de largo camino,Itre perdió la nocion del tiempo. Quizas habia andado horas, incluso un par de minutos, pero el cansancio era superior a sus fuerzas
Volvió a girar en derredor, para intentar vislumbrar un refugio, hasta que de pronto, se desplomó en el nevado suelo, debido a un contundente golpe en la nuca
Abrió los ojos, se hallaba en lo que parecía el interior de una cueva
Humeda, bien iluminada por una hoguera y llena de pieles de todo tipo
Junto a la hoguera, se hallaba una figura encorvada con las manos cerca de las llamas, calentandose
Se percató de que estaba tapado con unas grandes y anchas pieles de, posiblemente Oso pardo
Buscó su arma, pero esta se hallaba apoyada cerca del inquilino de la cueva
Que en esos instantes se giraba para mirar a su "invitado"
Itre, al ver la perlada tez de su anfitrion, mejor dicho, anfitriona, no pudo mas que dejar caer su barbilla
Nada mas girar su cabeza, Itre pudo ver como unos blancos ojos le observaban curiosos, carentes de iris
Sombreados, por unos largos mechones negros, que caían sobre ellos.
La mujer se levantó, enseñando unas finas ropas de tela animal, desconocía cual
Era alta, delgada, con una larga melena negra, de longitud similar a la suya
Y con unas afiladas orejas, ademas de unos finos rasgos
Le habló con voz dulce
-No tengas miedo, no voy a dañaros
-¿Quien sois vos, como he llegado aqui?-preguntó Itre
-Estabais perdido en las llanuras en plena ventisca, siento haberos dejado inconsciente pero nadie suele fiarse de una Dríada
Itre se sorprendió al oír el nombre de la raza de la mujer, nunca había oído hablar de ellas
-¿Dríada?-preguntó
La mujer le miró extrañada y sonrió picara
-No sois de por aquí puedo adivinar
-Pensais bien mi señora, mi nombre es Itre Mizathuw, de la casa real de Sinemia, os doy las gracias por haberme salvado de la tempestad
Itre se inclinó, tal y como le enseñaban en Palacio
La Dríada, se inclinó en pos de presentarse
-Me llama Sava, lamento no tener ni nombre ni apellido como vos
Itre sonrió mientras Sava hablaba
-¿Que hace un Lord como vos en estas lejanas tierras?
-Ni yo mismo se la respuesta a esa pregunta-respondió Itre-. Estas tierras estan lejos del reino de mis padres, siempre he tenido la sensación de que algo me espera aquí,nunca he logrado averiguar el que, nadie en el reino osa hablar de estas tierrasAsí pues, decidí alejarme de mi hogar y aventurarme en estas tierras,En pos de encontrar el significado de esta extraña sensación- Sava miró a Itre curiosa.
-¿Es vos un principe?
De pronto Itre se dió cuenta de su error
No debia haber delatado su posición social, y aun menos a una desconocida
Finalmente, decidió soltar prenda
-Así es, soy el principe de Sinemia, uno de los mayores reinos del continente
Sava le miró de arriba a abajo, fijandose en cada recoveco de su cuerpo
Tras este pequeño pero intenso estudio continuo
-No pareces un principe, deben de estar buscandoos
-Es posible, sin embargo, no es de mi incumbencia, no me necesitan en el Reino
-Aquí solo hay guerras y mas guerras Lord Mizathuw, y no conozco de ningun tesoro, pergamino, espada u otra cosa por la que un Lord como vos pueda interesarse-espetó la Driada
-No transgiverse las cosas-respondió ofendido-. No he venido aqui en busca de ningun tesoro Lady Sava, sin embargo, ¿porque de estas guerras?
-Es extraño que un Principe como vos no sepa el porque de estas masacres, las Dríadas como nosotras no somos aceptadas en esta sociedad de bárbaros sin cerebro y apenas sabemos de revueltas politicas, sin embargo, corren rumores, que vosotros, gentes de paz, enviasteis a todas estas bestias, exiliadas de vuestros reinos, para asi ganar vosotros la paz, pero asi trajisteis la guerra hasta nuestro hogar
La mente de Itre viajaba a la velocidad de la luz en aquellos instantes
¿Era aquella mujer algo destinado por el destino?,¿su misión en estas tierras era desvelar los misterios de tal guerra?¿acabar con ella misma?
Itre paró a su interpelada
-Mi señora, ruego que me disculpe, pero creo que usted me ha dado la solución a mis preguntas, sabía que aquí me esperaba algo y lo he encontrado
Itre recogió su larga espada y su capa y decidió salir de la iluminada cueva, con aun algo de temporal
-¿Estais loco?Os perdereis en la espesa nieve, no sabeis a donde vais
-A donde el corazon me guíe mi señora, gracias por salvarme el cuello, y ahora he de despedirme...-Sava le cortó.
-¿Que pensais hacer?
-Como principe de Simenia, mi deber es saber que esta ocurriendo aquí y acabar con esto
Sava abrió desmesuradamente los ojos, asombrada por la respuesta
Sin dudar dijo
-Esperad, dejadme acompañaros
-Creo que ahora es vos la loca
-Os perdereis por la llanura si no os guío, es más como princesa de las Dríadas del Norte tambien es mi deber arreglar todo esto, lastima que un extranjero haya tenido que abrir mis ojos
Itre ahora era el sorprendido
-Me llamo Sava Kirawing, princesa de la tribu de las Driadas de Iliadans, la tierra que ahora pisan sus botas de Lord
Y ahora marchemos
Sava cogió bajo la asombarada mirada de Itre una larga lanza, y unas gruesas pieles que usó para cubrir su casi blanca y azulada piel
Apagó el fuego y le dió un montón de pieles a Itre que aun seguía atonito
Salieron de la cueva, Sava por delante, mientras tanto Itre la miraba confiado...ya sabia que le llamaba desde tales lugares...el grito de socorro de una reina y su patria