miércoles, 22 de febrero de 2012

Destiny Gifts

Como siempre, divagaciones tardías al sol de P.Pio mientras diseminábamos
nuestras fantasías mas surrealistas y alocadas hacen que un tema vague hacia
otro entre olas, y dio la casualidad de nuevo que apareció el tema de un Noviembre
de 2011, cuando Versailles visitó nuestro país.

Pero no solo fue el hecho de aquel fantástico concierto el tema que nos ocupaba, sino como una simple pregunta creó entre cuatro jóvenes una bonita amistad, algo
que parecía normal a ojos de otra persona, bajo nuestra intrepidamente escondía algo más.


Se remonta todo al verano de 2010, cuando la amiga de un servidor: Sonia "Zelda", decidió mostrarme uno de los temas insignia de los nipones: "The Revenant Choir" de su disco Noble. Sin duda un tema que me encantó de primeras, al igual que el susodicho disco, pero no pasó de ser un disco de Power Metal bonito, el cual tambien encandiló a Carlos, que dio un pequeño paso más y se hizo con su siguiente disco: Jubilee, y con un par de singles de la banda.

No fue hasta un año después cuando Carlos mientras hacia limpieza de MP3 para su viaje a Amsterdam cuando metió esas mismas obras en su MP3 sin preferencia ninguna, ya que acababa de descargarse el nuevo single: "Destiny: The Lovers". Un verano a base de Blind Guardian, Galneryus y Versailles, únicos grupos que consiguió meter en su reproductor antes de su marcha a Amsterdam.
Nada más terminar el Verano, su curiosidad le hizo adentrarse en la web del grupo Nipón descubriendo que habían sacado nuevo disco: Holy Grail, y que para su sorpresa, visitarían Madrid en apenas un par de semanas, inmediatamente me avisó por una famosa red social que vendrían.
Reticente ya que tambien acudirian ese mismo mes grupos como Iced Earth y Edguy, Carlos me convenció pasándome "Philia", single del disco, mientras mi madre me instaba a ir ya que era difícil que volvieran a la capital, resolución a la que ya me empezaba a acoger desde que Carlos me informó del evento.

Así pues, con presteza nos hicimos con la entrada y esperamos el evento. Y así fue como en la Cola para el concierto, la cual funcionaba a base de números nos encontramos con una encantadora pareja que se situó justo detrás nuestra, en ese momento, Carlos se percató de que a lo mejor ellos no tenian número y yo mismo les pregunté sobre ello. Tenían número, pero se les había olvidado junto a la entrada en el coche, entre risas salieron corriendo a por el.

Una vez volvieron comenzamos a hablar poco a poco de nuestros gustos, sobretodo de Versailles desde un principio...finalmente acabamos viendo el concierto los cuatro juntos, dándonos nuestros moviles y contactos sociales...y aquí estamos unos meses despues, contandoos como nuestra mente ha ido atando cabos que demuestran que...las cosas suceden por una razón.